Desafío de los 30 días 3°ed - "El hombre de blanco" (D2 - D6)

diciembre 02, 2015

El superyó taladra mi cabeza mientras intento cabalgar con hidalguía a lo largo de este extenso camino que demarcan las 30 preguntas propuesta el mes pasado por Alex Santonja y la gente de trasgotauro ediciones, por lo que, si me lo permiten, haré un poquito de trampa para ganar tiempo. 

En cierto modo, la entrada anterior intentó ser la base, a modo de premisa, de un proyecto creativo que me sirviera como motor para avanzar a grandes pasos por este camino; aún así, la primer respuesta no fue mas que un pequeño homenaje a un gran amigo que supo dejar una gran anécdota que contar. Hoy, ya en la esperada linea de trabajo, me siento a escribir a modo de planificación para una pequeña campaña cercana a comenzar. 
Y, como no podía ser de otra manera, sigo con las menciones de honor que tanto me gustan: me robo, como demostración de admiración, una idea maravillosa de Jose Carlos Dominguez, el gran agonarca de Sukero City, el verdadero hombre de blanco, el paladín en el infierno, a quien, como siempre, recomiendo visitar. 

Comentaba que, en principio, iba a hacer un poco de trampa, así que iré aplastando los temas que se detallan a continuación y, de una forma u otra, tocare algo de cada uno sin detenerme en ninguno en particular: 

Pregunta 2: Imagina un pueblo al que vamos a llamar… Homlet. No, Homlet sería demasiado obvio. Vamos a llamarle Highdell. Highdell es un pueblo que llega casi a la categoría de ciudad, si no fuera por que todos sus habitantes siguen llamándole “el pueblo de Highdell”. Esta rodeado de montañas, sin encontrarse en un sitio escarpado. Esta cerca del mar, sin tener puerto. Y lo atraviesa un camino comercial, sin ser una ciudad destino. En ese pueblo-ciudad, en el que de vez en cuando descansan grupos de aventureros, existen numerosos locales que les resultan interesantes, tanto a los habitantes como a los propios aventureros, aunque estos vayan de paso. ¿Qué local/edificio es el que está pasando por tu mente?
Pregunta 3: (...) de vez en cuando se pasea, va o le pertenece a un personaje por todos conocido. O no. ¿Quién es dicho personaje?
Pregunta 4: En todo mundo de fantasía medieval existen grandes dioses, gigantescos poderes que enfrentan a sus seguidores, unos contra otros, que los envían a grandes gestas, los utilizan en sus maquinaciones, y los empujan a guerras con y sin sentido. (...) Hoy es día para acordarse de esos dioses menores, esos pequeños poderes, tan extraños como desconocidos, cuyas aspiraciones son tan ignotas como son sus avatares. Elige o inventa a uno de esos dioses y descríbelo.
Pregunta 5: En la pregunta 2 comentamos que Highdell es un pueblo situado cerca de montañas, rodeado de bosques, no muy lejos del mar y con un camino que lo atraviesa. Eso es, más o menos, como todos los pueblos de fantasía medieval que conoces.. hasta que alguien que viene pregunta en otros pueblos cercanos. “¿Highdell?, si. Sigue este camino y lo encontrarás, a unos tres días, tras pasar por…”. ¿Que localización geográfica se encuentra cerca de Highdell y que le hace reconocible?
Pregunta 6: No existe zona habitada, incluso en la actualidad, donde no existan leyendas, cuentos para asustar a los niños o historias de magia fantásticas y maravillosas que nos hacen sentir escalofríos. Highdell no es distinto. Seguro que conoces alguna de sus leyendas. Algo que se susurra tras las puertas, mientras sus narradores y sus oyentes se santiguan a sus dioses. Cuéntanosla.

Ahí vamos, así que poneos cómodos. "Cuentan las leyendas que en las inmediaciones de Highdell, oculta entre las rocosas montañas que rodean al pueblo, yacen las ruinas de una excéntrica edificación que alguna vez perteneció al ejército ámbar, un grupo de rastreadores de objetos mágicos corrompido por las vacilaciones de Tiamat, la señora de los dragones, avatar de la avaricia. En las profundidades de sus cámaras subterráneas, justo en el centro de un complejo entramado de laberínticos pasillos y escaleras que ocultan los grandes secretos de la organización, puede leerse un claro mensaje escrito antaño con la sangre de aquellos rastreadores: 'no vaciléis; el hombre de blanco espera'. 
Nadie ha conocido nunca al hombre de blanco, aunque no parece existir persona alguna que no haya sentido su presencia, o se haya encontrado siendo observado por alguien a quien, sin dudarlo, asoció a este ser. Algunos afirman que se trata de un poderoso hechicero, un titiritero capaz de tirar de los hilos de la realidad, otros, insisten en que su figura no es mas que la representación terrenal de un dios; un capricho dimensional, creado por la misma paradoja de la existencia, un ser atrapado en la frontera de dos planos o la inestable creación de un hijo del éter. Quizá traído a nuestro mundo por el propio ejército ámbar o, por el contrario, enviado a destruirlo, el hombre de blanco camina entre nosotros, como un asesino invisible, dueño de nuestras vidas: basta con observar con detenimiento cada suceso en Highdell para rastrear su mano tensando los hilos. 
Como un dios aburrido, algo impaciente, danzando entre los mortales y haciéndolos bailar a su compás para entretenerse, el hombre de blanco siempre esta allí, observando, como una araña en el centro de una red infinita.
Se dice que si en las noches lluviosas pasas por la posada del Cliente Ilustre, allí donde forasteros y aventureros se reúnen, y observas con suficiente sigilo por sobre tu propio hombro, podrás verlo pasar. Seriamos testigos de innumerables cortejos entre el sol y la luna si me pusiera a contar la cantidad de veces que, previo a un gran suceso, se lo ha creído ver, paseándose por entre las pesadas mesas de madera de aquel lugar, para luego perderle entre las sombras.
De nada sirve, sin embargo, esta verborragia sin sentido. No hay palabras capaces de describir exactamente lo que uno ve al encontrarse frente a él: aquellos ojos de quien contempla la inocencia de un niño sosteniendo un cordero en sus brazos, completamente ajeno a la maquinaciones del mundo que lo rodea... dos realidades en tal oposición. Aquella extraña paz. Aquel inexplicable equilibrio. 
Habréis de entenderlo cuando alcancéis la gloria, o cuando os hundáis en la más profunda inmundicia: allí, del otro lado del camino, estará él, sonriendo"


La posada. Madera, cerveza, lluvia, magia; la forja del destino. Y una leyenda. El hombre de blanco, un personaje original de Jose Carlos Dominguez, desde mi humilde perspectiva. La voz de un bardo, posiblemente hablando frente a una fogata, y ese cosquilleo que produce el ir dejando sutiles -y no tan sutiles- referencias al napoleón del crimen. Peor que los dioses, peor que los dragones; la fantasía medieval a los pies de una conspiración, sumergida en la paranoia. Y la creación de un dios, de un mortal, de un mundo a imagen y semejanza de James Moriarty. 




"La Jeune Fille à l'agneau"
Jean-Baptiste Greuze









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