Tras un año de partida, y ante la abrupta pausa con la que nos encontramos tras la pérdida de un jugador y del tiempo de otro, D&D4e espera desde la sombras a que algún día lo retomemos. Las tierras de los dragones yacen en la ¿eterna? quietud del invierno, mientras la figura del mal, el hechicero que se esconde tras el negro cielo y la blanca nieve,  crece descomunalmente.
Nuevos son los horizontes, nuevas son las tramas al retomar el viejo vicio de Mundo de Tinieblas, el Nuevo Mundo de Tinieblas al que tanto aprecio le tenemos... al que tanto miedo le tenemos. La partida, de régimen semanal (...ssssssseguro) comienza, y con la oscuridad que caracteriza al mundo, los jugadores ya han comenzado a sudar frío.
Pero, claro está, no es mi estilo tener tiempo libre ni tener una sola partida en juego. En pausa tenemos una infinidad de partidas, y como algunos de ustedes, lectores, sabe: siempre las retomamos, de una forma u otra.
Aparece aquí una nueva posibilidad: 4ta en pausa, nWoD en marcha. La búsqueda de nuevas caras parece comenzar a dar frutos, una vieja compañera de aventuras se une a nosotros, y trae con ella a una nueva jugadora; y, para colmo, 4 posibles jugadores, cuyas siluetas se dibujan a lo lejos parecen conformar una nueva mesa. 3.5, quien lo hubiera pensado. La historia sobre el manual, los jugadores (al menos sus deseos) sobre las reglas; un nuevo modo de planificar partidas se amolda a un nuevo estilo de vida: ¿funcionará?
Mi propuesta, por si facebook no ayuda en esto de compartir experiencias: partida quincenal de 3.5 para al menos 6 jugadores. Estrategia o masacre, conquista política o conquista violenta. Lejos quedaron los piratas-lobo, los caballeros de ébano, la expansión conquistadora del señor Dragón negro; en pausa quedan la torre de los planos, el mago de las montañas, las maquinaciones del grifo. Dónde quedó el Dragón Azul es algo que busco descubrir antes de fin de año, al menos con un fin de semana de retrospectiva, volviendo a la masacre dungeonera.
Ideas para la nueva partida, 3.5, serán siempre bienvenidas, porque después de todo, la partida la armamos entre todos.


Por último, se viene mi cumpleaños y, por tanto, comienzan las reuniones de la orden de las capas negras: 24 horas de una partida auto-concluyente, de esas que tanto nos han dejado en la memoria. Espero ver a aquellos con los que compartí las primeras sentados en mi mesa. Pronto ;)