Retorno

julio 09, 2017

Imagina un lugar de inefable maldad.
 Construido sobre la misma desesperanza y lleno de terror y dolor infinitos,
un sitio abominable, que acabó con la vida de todos aquellos que se aventuraron en él.
Ahora imagina que el horror ha comenzado de nuevo.


Qué es retornar, sino "volver al lugar o a la situación en que se estuvo". Retornar es una vuelta, pero no una repetición: no es volver a hacer lo mismo, sino habitar una situación pasada con nuevas experiencias. Enfrentar un nuevo desafío en un lugar conocido, o encarar las consecuencias o el regreso distorsionado de aquellas viejas situaciones en un nuevo escenario.

El retorno en los juegos de rol nos recuerda rápidamente a D&D, con el templo del mal elemental o la tumba de los horrores como principales representantes. Refiere a la vuelta de un mal supuestamente erradicado; al desafío antes superado, bajo la errónea suposición de haberle puesto fin para siempre. Refiere a la actualización de los males del pasado, a la reedición de las penurias de otros tiempos, sea por la vuelta real de viejos enemigos, como por la aparición de sentimientos contradictorios hace tiempo sepultados. 

"Pero chi ech una cacha prechiocha"
Cuando yo hablo de retorno, y lo hago bajo la lógica de un concepto modular específico, hablo de revivir mundos, ambientes, situaciones que generaron en mí o, eventualmente, en mis jugadores, una inmersión real en la fantasía. Como director de juego enamorado de la creación de mundos, me pierdo en los universos nacidos en la mente de grandes escritores y narradores, y anhelo siempre poder volver a ellos, habitándolos siempre con la intención de construir nuevas historias que complementen las anteriores, sin repetirlas ni negarlas. 

Así, cuando escribo "retornos", lo que busco es crear en pocas y amenas palabras una revisión de aquellos universos en base a interpretaciones y vivencias personales, a partir de las cuales crear nuevas experiencias que complementen las anteriores y las enriquezcan. Quizá a veces esto choque con lo que el autor quiso expresar originalmente, sí, pero hemos de recordar que así como *nunca jugamos una misma partida dos veces* (link), tampoco leemos el mismo libro que ha escrito su autor. 

"El único ser capaz de tropezar dos veces con la misma piedra"
Retornar es revivir viejas situaciones en nuevos escenarios. Y no me refiero a localizaciones diferentes: hablo de habitar la misma mazmorra de una forma novedosa, que incluya las viejas sensaciones y percepciones, pero se actualice en el interjuego de recuerdos, consecuencias y nuevos desafíos.

En "cuando el master no mira" hemos retornado alguna vez a lugares y situaciones de esa fantasía medieval mazmorrera, pero lo novedoso ha sido retornar a la música de Erich Zann (link); volver a dar con el Tru'Nembra a lo largo de sus diferentes apariciones en la historia y enfrentar las consecuencias de nuestros actos, una y otra... y otra vez.

Actualmente, en contrapartida al clásico D&D, escribo sobre el retorno a mundos apenas bosquejados; sobre la vuelta a esas pinceladas que conformaron mundos maravillosos a los que uno quiere volver aún cuando sólo conozcamos un par de habitaciones del mismo. Por eso insisto que un cuento, una novela, un módulo de juego no es más que una ventana a mundos infinitos que no se agotan en las historias que ya hemos contado en ellos, porque en términos lúdico-roleros específicamente, el encuentro con el otro ya es de por sí novedoso y capaz de enriquecer cualquier creación.

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